La intimidad se crea cuando dos almas logran tocarse…
Desnudar el cuerpo pareciera que no es tan difícil en la intimidad… Y más allá, desnudar el alma, mostramos tal cual como somos cuando estamos a solas con nosotros mismos… No es igual.
Al hacerlo, nuestros miedos, inseguridades y debilidades saltan en las sábanas y nos sentimos vulnerables.
Al quitarnos la ropa no siempre nos estamos desnudando, aún nos queda, en muchos casos, esa armadura que tanto nos protege. Seguimos allí sin desnudarnos y de esa manera no es posible conectar con el otro.
Al desnudarnos totalmente, sin armadura, sin protección, solo así, seremos capaces de conectar con el otro de una forma auténtica, sincera y al hacerlo, estamos dando la pauta al otro para que lo haga, y permitirnos ser…
La intimidad se crea cuando dos almas logran tocarse, cuando se atraviesa el cuerpo y se conecta con lo más profundo de la otra persona.
A partir de ese momento, las caricias dejarán de dirigirse solo al cuerpo del otro y traspasan más allá a su parte blanda, dónde nos da miedo ser amados, aceptados, valorados.
Cuando pueden abrazar nuestras defensas, estas abandonarán su rigidez para dar paso a todo lo que guardamos en nuestro interior.
¿Qué llave es la que logra abrir la armadura de nuestro corazón?, ¿cuál es la clave para que poco a poco seamos capaces de mostrarnos tal y como somos?, ¿dónde acaban nuestras defensas y comienza la verdadera intimidad? ¡En la confianza!
La confianza se refiere a poseer un sentido interno y realista de nuestras capacidades. Confiar en nosotros mismos, en nuestras capacidades. Es crucial para gestionar los retos emocionales y alcanzar objetivos en la vida.
Crear confianza en nuestras relaciones es el puente hacia esa conexión sincera y profunda.
Quizás sea difícil afianzarla al principio porque tendremos que hacer frente a nuestros mecanismos de protección para liberarlos uno a uno. Pero cuando lo hagamos, sabremos que al caer, el otro nos recogerá y que no se irá cuando nos mostremos tal y como somos. Porque la verdadera confianza nace de la aceptación… Ante todo de nosotros mismos tal como somos.
Puede que sea difícil, pero cuando la confianza aparece es cuando realmente comienza la historia entre dos. Esa en la que la intimidad queda fuera de mecanismos de seguridad que nos impulsará a mostrarnos tal y como somos, sin ataduras, sin público… Solo dos almas en estado puro.
Liberarse del miedo para crear intimidad
Es normal que surjan dudas y que al principio rechacemos la intimidad de la que les he estado hablando, ya que el mostrarnos tal y como somos nos hace sentir vulnerables, junto al riesgo de que el otro no haga lo mismo.
¿Y si realmente al conocerme de verdad no le gusto?, ¿y si le cuento sobre mí y no es recíproco?, ¿qué puede pasar al abrir nuestro corazón a otros?
Siempre existe la posibilidad de que no encontremos aquello que esperamos en el otro, pero si no lo intentamos tampoco tendremos la certeza de que hubiese funcionado…
Para encontrar la confianza y llegar a crear en algún momento esa intimidad que tanto deseamos con el otro, hay que quitarse el disfraz y en definitiva, arriesgarse… Y mucho antes de desnudarte en la cama.
Si no lo hacemos, nunca tendremos la oportunidad de crear relaciones sólidas y auténticas y de disfrutar de la intimidad con otros.
Estamos rodeados de relaciones superficiales sostenidas en las críticas encubiertas; de relaciones sexuales que son solo cuerpos; de miedos que se sufren en solitario; de personas que solo consiguen compañía, pero no unión…
Ya basta de relacionarnos a través del miedo si no es lo que queremos. Seamos libres, valientes y fuertes para buscar o permitirnos que nos encuentre lo que merecemos.
La intimidad está cargada de confianza y conexión. No le temamos. Los miedos frenan, paralizan, nos protegen, sí, pero también nos impiden seguir creciendo y relacionarnos de nuevo.
Que hayamos tenido una mala experiencia no es sinónimo de que vuelva a suceder. Es de valientes seguir intentándolo, no quedarnos en el rechazo e impulsarnos a querer más y mejor.
La valentía de mostrarnos tal y como somos, es mostrar nuestra esencia y elegir nuestra autenticidad para que los demás nos vean. Solo así nos conocerán de verdad y solamente así podremos estar seguros de que quien permanezca a nuestro lado es porque nos quiere tal y como somos.
Querernos a nosotros mismos será la clave que nos dará la confianza necesaria para no renunciar a quienes somos y darnos a nosotros mismos todo eso que esperamos encontrar afuera.
De este modo, aceptaremos nuestros miedos, comenzaremos a valorarnos e impediremos que nuestras inseguridades nos secuestren para mostrar al mundo quienes somos en realidad.
Dejémonos de cuerpos unidos y encarguémonos de que sean las almas quienes conecten. Dejemos los miedos a un lado y liberémonos para descubrirnos y descubrir al otro.
Somos exactamente eso que el mundo requiere, somos únicos, tesoros donde la otra persona puede mostrarse vulnerable, y esto hará que se acerque esa persona que te dé esa seguridad que brindas.
Lo que más une a las parejas es el vínculo de confianza; un lugar donde pueden comportarse como realmente son, sin las presiones sociales, laborales o familiares a las que nos vemos sometidos a menudo.
Ese espacio con la pareja en el que tener la sensación de libertad a la hora de compartir, sabiendo que nuestra pareja nos acepta a pesar de nuestros defectos, cicatrices, heridas, es la clave para que las relaciones sean duraderas y enriquecedoras.
Cuando nuestra pareja nos transmite confianza se produce en nuestro cerebro un estado de bienestar y seguridad en el que difícilmente cabe el estrés.
El amor es precisamente el mejor alimento para esta confianza. Esta idea ya la internalizamos gracias a los cuidados que recibimos desde pequeños: confiamos en las personas que nos quieren y, al mismo tiempo, nos sentimos inclinados a querer a aquellas personas que nos inspiran confianza.
“Cuando te da igual mostrarte vulnerable delante de alguien… eso debe de ser amor”

¡Hola a todos los lectores de Tierras de Milagros!
Les traigo un artículo muy interesante sobre la intimidad, esa conexión tan especial que se crea cuando dos almas logran tocarse. Se trata de algo que va más allá del desnudo físico, pues desnudar el alma, mostrar nuestra verdadera esencia, es lo que nos permite conectar con el otro de forma auténtica y sincera.
Es normal que al principio tengamos miedo a abrirnos y mostrarnos tal y como somos, pues esto nos hace sentir vulnerables. Pero si no nos arriesgamos, nunca tendremos la oportunidad de crear relaciones sólidas y auténticas, y de disfrutar de la intimidad con otros.
La confianza es clave para crear esa conexión profunda y sincera. Debemos confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades, y crear confianza en nuestras relaciones para poder quitarnos las defensas y permitirnos ser quienes somos.
Así que los invito a que, si les gustó este artículo, dejen un comentario, se suscriban a nuestro canal y nos sigan en las redes sociales de Tierras de Milagros. Sigamos explorando juntos estos temas tan importantes que nos permiten crecer y mejorar en nuestras relaciones y en nuestra vida en general.
¡Gracias por leer!
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